A la hora de desarrollar un buen y efectivo plan de protección contra incendios, así como equipar correctamente las estancias, es imprescindible conocer las características y el momento adecuado de uso de cada uno los materiales disponibles. Entre ellos, el más conocido y utilizado es el extintor.
Podemos diferenciar extintores de varios tipos, según la sustancia para apagar el fuego que contienen:
– Extintores de polvo ABC. Reciben este nombre por su validez para apagar fuegos de tipo A (sólidos), de tipo B (líquidos) y de tipo C (gases). Son los de mayor uso, gracias a su gran capacidad para sofocar el fuego y que pueden ser empleados en áreas con corriente eléctrica.
– Extintores de agua. Éstos se utilizan ante situaciones de fuego de tipo A (es decir, de sólidos), pero nunca ante situaciones con presencia de corriente eléctrica. Son de menor coste y tienen una mayor capacidad de enfriamiento del ambiente. Si el extintor es de agua pulverizada también puede ser empleado ante fuegos tipo B.
– Extintores de CO2 (Anhídrido Carbónico). Son adecuados para fuegos de tipo A, B y C. Este tipo de sustancia no conduce la electricidad al ser un gas inerte, además es limpio y no deja residuos.
– Por último, los extintores de espuma física, de buen enfriamiento y adecuados para fuegos de tipo A y B.
Así, en función de cada necesidad, se puede seleccionar un tipo de extintor u otro. Por ejemplo, los extintores de polvo son adecuados para edificios, casas y oficinas, mientras que los de gas para zonas con material muy valioso y delicado que no se pueda dañar.
En Aréo-Feu™ ponemos a tu disposición extintores variables según la sustancia y el tamaño, para que elijas el que más se adapte a tu situación. No olvides que todos nuestros extintores cuentan con 5 años de garantía.